Las Facturas de Código de Barras Bidireccional y la Falsificación
Para el SAT mientras haya facturas impresas en papel entonces habrá falsificación, eso fue antes, es ahora, pero ya no será más adelante. Quienes tengan facturas impresas con en un establecimiento autorizado, estas deberán estar vigentes para poder entregarlas al cliente. Si fuiste precavido y mandas a imprimir varias en diciembre de 2010 o antes, quizá todavía las puedas entregar (no todas son validas, aún dentro de la fecha de vigencia) sino es así, estás en la situación de escoger alguna otra forma de entregar comprobantes fiscales. Son reglas engorrosas pero la autoridad fiscal ya no quiere más papel como facturas.
Existe otra forma vigente de facturar en papel y es a través de las llamadas de Código de Barras Bidireccional (CBB) y pueden ser mandadas a imprimir (ya no hay establecimientos autorizados) o lo puedes hacer tu mismo desde tu computadora. Ahora son otros elementos de control a los conocidos hasta la fecha, por ejemplo, ya no es necesario que tenga impresa la cédula fiscal, ahora se obliga a portar el CBB; siempre y cuando el comprobante no sea mayor a una cantidad de dos mil pesos. Aquí es donde entra en juego el alto nivel de falsificación que se puede dar con este tipo de comprobantes, mucho mayor aún que con las impresas en un establecimiento autorizado.
Anteriormente, se entregaba al impresor autorizado la cédula fiscal original, el comprobante de domicilio y el diseño de la factura. A su vez él llamaba al Servicio de Administración Tributaria, así ellos entregaban los folios correspondientes a la impresión que se llevaría a cabo. En la actualidad, es el contribuyente quién solicita los folios y certificados digitales para poder emitir las facturas con CBB, es el responsable directo. Si por alguna razón alguno de los clientes, empleados, amigos o cualquier otra persona tiene acceso al CBB, puede pegarlo en una factura (falsificarla) pero el responsable directo de su pérdida es el contribuyente, sería él quién se responsabilice.
Es algo complicado porque el código de barras bidireccional o 2D (cuyo ejemplo se ve en el texto) contiene toda la información del contribuyente, así como los folios que afecta. Lo demás lo puede copiar del cuerpo de la factura, o sea una facilidad mayor para falsificarla pero ya no hay impresor culpable de la perdida, ahora es el mismo contribuyente. Así que no hay que complicarse entra de lleno a la facturación electrónica y evita falsificaciones de tus comprobantes fiscales, además no habrá oportunidad alguna de ser falsificadas.
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